¿Vacaciones sin mascarilla? Nadie se fia
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.Parece que el verano se presenta este año con mejores perspectivas para el turismo que el anterior. El golpe que la pandemia ha supuesto para el sector podría revertir ligeramente los próximos meses, según las estimaciones efectuadas por expertos en ocio y turismo. Según un informe conjunto presentado durante el primer trimestre de 2021, un 42% de las familias españolas tienen pensado viajar por el país o el extranjero durante los meses estivales frente a un 7% que han previsto aplazar sus desplazamientos hasta las Navidades de 2021.
No cabe duda de que estamos ante un nuevo escenario, mucho más optimista que hace un año cuando el sector turístico se vio abocado a una inactividad sin precedentes. Durante el primer fin de semana tras el decaimiento del segundo estado de alarma, la ocupación hotelera en la Comunidad Valenciana alcanzó el 60% y los desplazamientos por carretera para salir de Madrid aumentaron un 50% respecto a la semana anterior. Unos datos que invitan al optimismo y que son un preludio de lo que podría ocurrir próximamente.
Algunos países europeos han relajado las medidas y ya no exigen guardar cuarentena
Además, el pasado 1 de julio entró en vigor el pasaporte covid, que acredita que el titular ha recibido la vacuna, tiene una PCR negativa reciente o se ha recuperado de la infección, lo que agilizará los trámites de entrada al país.
Paralelamente, en España y en otros países europeos y no europeos, se ha abierto el debate sobre la posibilidad de que se pueda prescindir de la mascarilla este verano. En nuestro país, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, dijo sin especificar que “muy pronto” se podría dejar de usar en España el cubrebocas en los espacios abiertos, aludiendo al buen ritmo de vacunación.
El presidente del Gobierno, ha concretado que ese momento podría ser a finales del mes de agosto, cuando se espera que esté vacunado el 70% de la población de nuestro país y se pueda hablar de inmunidad de rebaño.
Aunque se pueda prescindir de la mascarilla en los espacios exteriores a finales del mes de agosto, vamos a tener que seguir utilizando la pieza de tela en los desplazamientos como recoge el Real Decreto 21/2020, de 9 de junio, que sigue vigente. Es decir, el uso de la mascarilla va a seguir siendo en el transporte público y también en el coche o en la moto si viajamos con personas no convivientes.
La inmunidad de rebaño se alcanzará cuando al menos el 70% de la población esté vacunada
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Las únicas excepciones al uso obligatorio de la mascarilla la constituyen los menores de seis años y las personas que sufren una alteración respiratoria que empeora con la mascarilla, así como quienes son incapaces de sacársela sin ayuda cuando lo necesitan y quienes padecen alteraciones o alteraciones de la conducta que hacen inviable su uso.
En los países en los ya no es obligatorio llevar la mascarilla en los espacios abiertos, como en Alemania, Reino Unido, Israel o en algunos estados de los Estados Unidos de América, sigue siéndolo en los espacios interiores. Esto implica que es obligatoria en el transporte público y en el interior de los vehículos cuando se desplazan en él personas no convivientes.
De hecho, va a ser en los espacios interiores y en aquellos lugares susceptibles de producirse aglomeraciones donde más tarde va a decaer la obligación de llevar mascarilla y de mantener la distancia de seguridad. Por lo tanto, aún es pronto para que este verano podamos prescindir del cubrebocas en los espacios cerrados por lo que nada hace indicar que vaya a cambiar la situación respecto a los hábitos actuales. Las previsiones más optimistas hablan de que no vamos a avanzar hacia ese nuevo estadio hasta bien entrado el año 2022.
Cómo puede afectarnos la situación de contagio como trabajadores?
Este verano con las vacunas haciendo su efecto, parece que podremos disfrutar de unas vacaciones más seguras, aunque nada puede evitar a ciencia cierta que podamos contraer el virus… y si lo hacemos durante nuestro permiso de verano, hay que tener en cuenta que eso no significa perder nuestras vacaciones.
Debido a los procedimientos estipulados cuando una persona contrae el covid-19, lo normal es estar ‘fuera de juego’ en torno a 10 días como poco, lo que puede inducir al trabajador que, si la enfermedad le pilla de vacaciones, éstas se hayan acabado para él. Ante esta situación, no obstante, está cubierto.
La clave la tiene el Estatuto de los Trabajadores, que en su artículo 38.3 establece que «en el supuesto de que el periodo de vacaciones coincida con una incapacidad temporal que imposibilite al trabajador disfrutarlas, total o parcialmente, durante el año natural a que corresponden, el trabajador podrá hacerlo una vez finalice su incapacidad».
La infección por coronavirus entraría dentro de esos supuestos, por lo que el trabajador tendría derecho a disfrutar de sus vacaciones posteriormente y, así, no perderlas confinado en su domicilio o pasando los síntomas de la enfermedad.
Esta pauta es válida tanto si nos hemos contagiado como si debemos guardar aislamiento por cuarentena al haber estado en contacto con un positivo, tengamos o no síntomas, con el fin de asegurarnos de que el virus no se propague si finalmente también hemos contraído la enfermedad.
Vacaciones de verano en pandemia: qué transporte elegir y cómo deben viajar los más pequeños de forma segura
¿Vas a desplazarte este verano? ¿Qué medios de transporte es el más adecuado para realizar estos viajes y qué medidas de precaución se deben tomar?
Nos van llegando a todos las vacaciones de verano y después de haber estado sin movernos por los cierres perimetrales y el avance de la vacunación, aumentan las ganas de querer viajar para disfrutar de estos días de ocio. A la hora de elegir el medio de transporte más adecuado hay que tener en cuenta muchos factores como si se está vacunado o no, qué distancia es la que se va recorrer, si se viaja con niños… Con todo ello, sigue siendo primordial garantizar la distancia interpersonal y el uso de mascarillas en los transportes.
En este sentido, destacar que muchos niños no están obligados a usar mascarilla. Esto varía según el país. Por ejemplo, en España solo están obligados a llevar mascarilla los niños de más de 6 años de edad. Si viajamos con niños más pequeños que no llevan esta protección, se recomienda apostar por transportes que garanticen la distancia interpersonal o que solo estén con el núcleo familiar.
¿Cómo viajar en coche?
¿Y cómo afecta a los desplazamientos en coche particular o moto? ¿Deben ponérsela todos los ocupantes del vehículo? La respuesta es no, dependiendo del caso. A continuación, explicamos las excepciones en las que está permitido realizar desplazamientos sin ella y sin riesgo de ser sancionados con una multa de 100 euros.
Cuando en el vehículo a motor, ya sea de dos o cuatro ruedas, va solo el conductor no es necesario que se cubra la nariz y la boca, puesto que no hay riesgo de que se contagie o pueda contagiar a otro pasajero.
También quedan exentas de llevarla las personas convivientes que comparten vehículo. Familiares y amigos que residen en domicilios distintos deberán utilizar este accesorio.
Los agentes tampoco sancionarán a quienes tienen una enfermedad o dificultad respiratoria que empeora con su uso; quienes son incapaces de quitársela de forma autónoma (sin ayuda) cuando lo necesitan; y quienes padecen trastornos o alteraciones de la conducta que hacen inviable su utilización.
Además de los citados casos, puede darse una situación de emergencia que justifique el hecho de no llevar la mascarilla.
¿Cómo viajar en avión?
¿Qué ocurre con el avión? Las aerolíneas están recuperando poco a poco sus viajes y todas han puesto en marcha medidas de precaución y prevención para reducir la posibilidad de contario. En este sentido, hay que tener en cuenta las restricciones o requisitos que hay en los diferentes países a la hora de viajar. Por un lado, los requisitos que se solicitan en el lugar de origen y, por otro, los que se puedan requerir en el lugar de destino. Es conveniente estar bien informado antes del viaje para no tener problemas.
Actualmente y desde el 7 de junio, todos los pasajeros procedentes de un país o zona de riesgo (a excepción de los menores de 6 años) deben aportar uno de los siguientes documentos acreditativos con los requisitos marcados por la autoridad sanitaria: estar vacunado frente a COVID-19, haberse recuperado de la COVID-19 o un test diagnóstico (como por ejemplo PCR o test rápido de antígenos), realizado 48 horas antes de viajar, cuyo resultado haya sido negativo. Es importante tener esta documentación a mano en todo momento. Igualmente, se debe cumplimentar el Formulario de Control Sanitario (FCS) asociado al viaje (no es necesario en viajes nacionales dentro de España). Los pasajeros deben llevar mascarilla en todo momento (obligatorio también para mayores de 6 años) y realizar higiene de manos con frecuencia, así como mantener el distanciamiento social. En este sentido, se recomienda la anulación de asientos para preservar esa distancia. Las mascarillas con válvula exhaladora no están permitidas.
Hay que destacar que solo los pasajeros pueden entrar en la terminal del aeropuerto con tarjeta de embarque. Se permiten acompañantes siempre que haya causa justificada como pueden ser menores no acompañados o personas con discapacidad.
Igualmente, es importante señalar el Certificado COVID Digital de la UE que se comenzó a aplicarse el 1 de julio de 2021. A partir de esa fecha, las personas vacunadas que hayan superado una prueba con resultado negativo o que se hayan recuperado tras sufrir la enfermedad tienen derecho a obtener un Certificado COVID Digital de la UE, y también si han sido vacunadas antes de la fecha de aplicación del Reglamento sobre el Certificado COVID Digital de la UE, e incluso como parte de un ensayo clínico. Hay un periodo de introducción de 6 semanas.
Una vez en el avión, se deben limitar los movimientos dentro de la cabina a lo mínimo posible y reducir el contacto con las superficies del avión. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las aerolíneas han restringido el transporte de equipaje de mano en cabina, siendo recomendable facturar todo el equipaje. Si vas con carrito, consulta con la compañía cómo debes proceder.
¿Cómo viajar en autobús?
Las empresas de autobús también han puesto en marcha importantes medidas de seguridad para evitar los contagios siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Transportes.
Al igual que el avión, es obligatorio el uso de mascarilla para todos los ocupantes. (En España) también quedan exentos los menores de 6 años. En este sentido, aconsejan llevar las mascarillas suficientes en función de la duración del viaje y las indicaciones del propio fabricante.
Para evitar los contagios, está prohibido el consumo de alimentos a bordo, salvo para beber agua. También se pide evitar hablar con otros pasajeros o por teléfono para emitir el menor número de aerosoles.
Para reducir el contacto con el conductor y una mayor protección, en la mayoría de casos el billete es digital, el viajero puede llevarlo en su dispositivo móvil e identificarse, además, con su DNI para acceder al autobús. Por supuesto, no está permitido el cambio de asiento asignado. Igualmente, se recomienda el bloqueo de asiento contiguo para viajar sin nadie al lado. Este servicio suele tener un coste.
¿Cómo viajar en tren?
También se ha procedido a la desinfección y limpieza de los trenes. Por ejemplo, RENFE ha obtenido los certificados AENOR y SGS frente al COVID-19. Así, además de evitar el contacto estableciendo el billete digital o la desinfección continua de trenes, el acceso a la zona de embarque solo se puede realizar con 90 minutos de antelación a la salida del tren.
El embarque se realiza de forma organizada, con acceso preferente para las personas mayores, familias, personas que viajen con niños o con carritos de bebé y personas de movilidad reducida.
Igualmente, se asegura la distancia interpersonal mediante rotulación o marcas en el suelo y emisión de mensajes recordatorios. Además, ADIF ha instalado cámaras de medición de temperatura en grandes terminales.
El desembarque o bajada del tren en destino se realiza de forma progresiva y, por supuesto, el uso de mascarillas es obligatorio para mayores de 6 años.
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