El clima extremo y los desastres naturales.
El clima juega un papel fundamental en el aumento de las primas de los seguros de varias formas, estas son algunas:
Los eventos meteorológicos extremos: El cambio climático ha aumentado la frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos, como huracanes, tormentas, inundaciones, sequías e incendios forestales. Estos eventos pueden causar daños significativos a las propiedades, tanto a nivel doméstico como comercial, lo que lleva a un aumento en las reclamaciones de seguros. Las aseguradoras deben pagar más reclamaciones y, como resultado, ajustar sus tarifas para compensar estos mayores riesgos. Aunque esos desastres ocurran a miles de kilómetros de España, también nos afectan ya que las compañías aseguradoras trabajan a nivel global.
El incremento en las pérdidas por desastres naturales: Los desastres naturales causados por el cambio climático resultan en pérdidas económicas sustanciales para las aseguradoras. Estas pérdidas provienen de la indemnización de daños materiales a propiedades, pérdidas de cultivos agrícolas, interrupciones en la producción industrial y otros impactos relacionados con el clima. Para cubrir estas pérdidas, las aseguradoras han tenido que aumentar las primas de seguros para distribuir el riesgo entre los asegurados.
El destacado impacto en la agricultura: El sector agrícola es particularmente susceptible a las fluctuaciones climáticas. Las sequías, heladas tardías, granizadas y otros fenómenos climáticos dañan en mayor medida los cultivos y afectan la producción agrícola. Esto puede desembocar en pérdidas mayores para el sector agrario y, por lo tanto, en un aumento en las reclamaciones a Agroseguro.
Futuros o muy probables riesgos climáticos: Además de los eventos climáticos extremos actuales, las aseguradoras también tienen en cuenta los riesgos climáticos futuros al establecer las tarifas. El cambio climático puede alterar los patrones y aumentar la frecuencia o gravedad de ciertos eventos en el futuro. Por lo tanto, estas intentan ajustar las primas para anticipar y cubrir estos posibles riesgos climáticos adicionales.